Pedimos tiempo con demasiada facilidad, pero a veces no nos queda más remedio, no hay más salidas, no hay otras alternativas, simplemente falta tiempo, para lo que uno debe hacer, para lo que uno quiere hacer, para lo que uno puede hacer, y para la mezcla de todo eso y alguna cosa más. Y entre tanto, se siguen sucediendo días extraños y sabores extrañados, y se abren caminos que uno sabe incapaz de seguir más allá de la vuelta de aquella esquina.
El otro día escuchaba a un tipo muy, muy interesante, decir algo como que para emprender proyectos, uno debe emocionarse, pero no demasiado, porque entonces se pierde el control. No sé si voy perdiendo el control casi a cada paso que doy, o como me sucede en más ocasiones de las que quisiera, no me emociono lo suficiente en algunos de esos proyectos, pero en cualquier caso la suma de todos ellos, al menos en estas pasadas semanas y unas cuantas más por delante, me consumen casi al completo. Por eso hago un breve pausa en este rincón, unas cuantas semanas de "vacaciones", con comillas, sin duda, porque no utilizaré aeropuertos (o no para lo que más gusta utilizarlos), ni sestearé interminablemente, ni dejaré de pensarme qué hice mal aquella noche o cualquier otra en que algo no salió como quise, no dejaré de esperar una llamada en concreto, ni dejaré de utilizar el despertador, no abandonaré rutinas ni horarios, ni me dejaré estar sin pensarlo demasiado. Pero mientras tanto, no podré hacer todo lo que quiero hacer, y algunas cosas deben reposar un poquito.
El otro día escuchaba a un tipo muy, muy interesante, decir algo como que para emprender proyectos, uno debe emocionarse, pero no demasiado, porque entonces se pierde el control. No sé si voy perdiendo el control casi a cada paso que doy, o como me sucede en más ocasiones de las que quisiera, no me emociono lo suficiente en algunos de esos proyectos, pero en cualquier caso la suma de todos ellos, al menos en estas pasadas semanas y unas cuantas más por delante, me consumen casi al completo. Por eso hago un breve pausa en este rincón, unas cuantas semanas de "vacaciones", con comillas, sin duda, porque no utilizaré aeropuertos (o no para lo que más gusta utilizarlos), ni sestearé interminablemente, ni dejaré de pensarme qué hice mal aquella noche o cualquier otra en que algo no salió como quise, no dejaré de esperar una llamada en concreto, ni dejaré de utilizar el despertador, no abandonaré rutinas ni horarios, ni me dejaré estar sin pensarlo demasiado. Pero mientras tanto, no podré hacer todo lo que quiero hacer, y algunas cosas deben reposar un poquito.
Desde luego, se seguirá macerando esa mezcla bizarra y algo delirante con que me tizno las ganas en los últimos meses, así que tarde o temprano, volveré para contarlo, para contármelo, para dejarlo por escrito, para inventarlo o simplemente imaginarlo.
Mientras tanto, pásenlo bien, muy bien a poder ser, o extremadamente bien si se da el caso. Volvemos a vernos en unas semanas.
Resonando: Eye of the tiger_Chiara Mastroianni