30 mayo 2007
Que aquí alguien no descansa
Todo olía a limpio cuando acababas de pasar tú, como si se regenerase el aire a tu paso, por eso mis sábanas se desgastaban tan rápido, porque pasabas casi todas las noches en ellas, aunque a veces no aparecías, y yo te esperaba despierto, como las farolas, que al amanecer se ponen a pensar en otra cosa.
Me acompañabas durante unas horas casi todos los días, aunque mis amigos me decían que acabaría aburriéndome de ti, que eso no se aguanta mucho tiempo, pero yo no les creía, y ahora sé que ni siquiera llevaban razón, qué saben ellos de alguien como tú, que apenas rozas el aire al caminar, pero eres capaz de hacerme descargar tormentas inmensas, tan grandes que en noches de ciudades vacías, he llegado a hacerte reir.
Resonando: Dulces sueños_Los Planetas
27 mayo 2007
Busco me
Y al final ha conseguido convertirse en esas canciones que aparecen de repente y no puedes parar de escucharlas.
He salido a comer con unos amigos, y la canción seguía sonando en mi cabeza, tarareándose sola, o yo mismo cantándola en sordina.
La última canción que se me coló así, era de ella también. Y qué bien me sienta escuchar esas canciones de vez en cuando, escucharlas y quedarse enganchado a ellas, que te acompañen durante días en la cabeza, recorrer ciertas estrofas que en el colmo de lo íntimo parecen escritas para uno mismo, para las miserias de uno, para las querencias o los recuerdos, para los ansias o las añoranzas que le recorren a uno en su día a día.
Normalmente son canciones que se cuelan en los miedos de cada noche, o en los sueños, en los desasosiegos, en las tormentas interiores de cada uno, en los diálogos entre el despertar y la taza de café que desarrollas cada mañana antes de entrar en la ducha, en los pensamientos como luces que se cruzan por el cerebro mientras te arrastras por el atasco camino de la oficina, en el silencio preciado que puedes encontrar con suerte en un día cualquiera, en las miradas perdidas que se te descuelgan ocasionalmente en mitad de una reunión y se posan en el skyline de la ciudad...
"Ya no me divierto pienso algunos días
y al otro día no hay sol que me acueste
me echo a correr buscando no sé qué
pensando que tal vez es posible reponerse
Y ahora que he caído al fondo de una piscina
que ni una gotita de agua tenía
voy a recoger mis alitas rotas
y las pegaré trocito a trozo y volaré
Yo soy una montaña rusa que sube que baja
que ríe, que calla, confusa me dejo llevar
llevar por lo que los días me quieran mostrar
Y yo mientras busco, me busco y no me encuentro
y yo busco, me busco y no me encuentro"
Resonando: Busco Me_Bebe
26 mayo 2007
El azar y las casualidades
Porque a mí también me ronda la cabeza ese cúmulo de casualidades que a veces le rodean a uno, como si hubiesen estado diseñadas para aparecer así (aunque si eso fuese cierto ya no serían casualidades, sino lo contrario, y eso no vale).
Porque ese tema siempre me ha parecido interesante, ese juego del azar, de las historias que a veces se cierran como un lindo círculo, o de esas otras que nunca se cierran, pero conviven con leves guiños de azar.
Porque a veces no estamos solos, nos acompaña la casualidad, y nos canta al oido, o nos da las buenas noches cuando apagamos la luz.
Porque siempre buscamos un faro, aunque esté lejos, o a veces, ni siquiera sepamos dónde está, o cuando llegamos veamos un agujero que nos atrae, y donde nos metemos para cambiar la historia, y salir a la superficie en busca de otro faro.
Resonando: Crece la hierba_Quique González
25 mayo 2007
Huele bien
20 mayo 2007
Lloviendo
13 mayo 2007
Quizá sea tiempo
Me decías que no podías caminar recta por la vida cuando te agarraste a mi hombro derecho y bailamos, hasta caer rendidos, como si hubiésemos corrido a toda velocidad por la vida para encontrarnos.
Yo te miraba reir, mientras saltábamos como adolescentes, y no podía creer que esa sonrisa fuera para mí, porque nunca me habían regalado sonrisas, no al menos de esas que vienen envueltas en seda y están hechas artesanalmente.
No me solté de tu mano en aquel viaje por entre la gente, porque tenía miedo de que desaparecieras, aunque tú girabas la cabeza cada pocos segundos, esperando encontrarme ahí, me decías.
Los dos éramos felices antes de aquella noche, los dos nos lo dijimos, yo puedo dar fe de que así era, porque lo pensé cinco minutos antes de encontrarme contigo.
No esperaba nada para estar mejor, ya estaba bien. Pero tú convertiste la ciudad en lo único que me importaba, porque estabas en ella, convertiste tu sonrisa en la forma de darle los buenos días a cualquier día y tu respiración entrecortada en la mejor forma de dar las buenas noches a las sábanas.
Ahora te veo dormir, a mi lado, hace mucho que pasó esa noche, el día siguiente y las sonrisas que me regalaste, y sigo pensando que yo estaba muy bien antes de conocerte, pero que era porque no imaginaba que podía estar mejor si te oía cantar en la ducha o al verte cambiar la música del cd del coche constantemente.
Estamos saltando otra vez, bajo otras luces rojas y ultravioletas, dentro de una música que nos pone de muy buen humor a los dos, y no sé explicar que no quiero dejar de sentirme así.
Quizá tenga que pasar tiempo, para que no seas un sueño, para que aparezcas, o para que abandones mi mente. Le daremos tiempo.
Resonando: la canción de antes, sin parar.
Sin querer
Hoy, sin querer, me he acordado del olor que dejabas en mi piel cuando te marchabas, del sabor que tenía tu ombligo cuando compartíamos el sueño.
Hoy, sin querer, me he acordado de que el 'Síndrome de Stendhal' lo dibujaban tus caderas cada vez que se ponían a mi alcance.
Hoy, sin querer, me he acordado de que solía dormir con tu voz en mis oidos y tu risa en la comisura de mis labios.
Hoy, sin querer, me he acordado del tacto de tus manos cuando me contabas algo, o del brillo de tus ojos mientras te agarrabas a esa esquina del cielo que compartíamos.
Hoy, sin querer, me he acordado de ti. Y todavía no sé porqué, porqué ha sido sin querer, o simplemente porqué ha sido. Hoy.
Resonando: Umbrella_ Angello & Ingrosso
12 mayo 2007
Hilvanando
A veces, esos hilvanes llegan a molestar, pero otras no, otras se van cosiendo poco a poco, con fuerza y dedicación.
En fase: hilvanando.
Resonando: Tsunami_Manic Street Preachers
05 mayo 2007
No se me importa un pito
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar....
Extracto inicial del poema No se me importa un pito... de Oliverio Girondo
Resonando: Enero en la playa_Facto delafé y las flores azules
02 mayo 2007
El trabajo de los días
Porque es mejor así, hay tanto veneno enredado entre nosotros que no tiene sentido intentar eliminarlo ahora, cuando ya no puede quitarse del todo.
Si lo pienso un rato, me quedo más tranquilo, sólo un rato, si lo pienso un poco más, entonces ya no puedo dormir, porque te imagino, y suena tu voz y tu olor se descuelga por el colchón.
Dentro de mucho tiempo nos acordaremos de esto, seguro, no habrá sido un mal sueño, no, habrá sido un buen puñado de grandes momentos, yo no supe manejarlos bien, al menos no como esperabas tú, pero siempre te recuerdo.
Y ahora, poco a poco, los días son los encargados de deshacerte lentamente en mi memoria, en mi olfato, en mis oídos, en las miles de cosas que circulan por el día a día y que saben a ti.
Los días tienen ese trabajo, yo mientras tanto debo dejarme estar, para que puedan hacerlo, y seguir caminando como si nada, como si fuese nuevo, que de algún modo, lo soy.
Buen viaje.
Resonando: Trust_The Cure