10 noviembre 2008

Tus madrugadas...

Como hace a veces, cuando menos la esperas, la casualidad.
El sonido de un procesador renqueaba al ritmo de su batería después de muchas horas ejerciendo. El humo en esa habitación comenzaba a despejarse mientras dos amigos se marchaban con doce páginas escritas y varios planes a cuál más absurdo.

Por la ranura de la puerta de la terraza se colaba el aire frío y unas cuantas ganas rimando en la madrugada, y unas cuantas letras viajaban a la velocidad de la luz por más de mil quinientos kilómetros para encontrarse exactamente con mis pensamientos.

En ese mismo momento, alguien colocaba junto a otra que casaba perfectamente, la misma canción que vengo escuchando cada cierto tiempo desde hace meses, cuando todo se queda demasiado en silencio y sólo soy capaz de escucharme a mí mismo.

Y las palabras que venían desde tan lejos se subieron certeras en el borde de la copa que mecían esas dos canciones, poniéndose a bailar acompasadas y lentas justo delante de mis ojos, ejerciendo un poder casi hipnótico y haciendo que de repente el salón se calentase de inmediato, como si pudiese verse una chimenea ardiendo en un rincón.

Paladeé con destreza lo que suponían esas palabras para mí y subí el volumen para ver si con un poco de suerte quedaba un baile por bailar en mitad de esa intimidad con más de mil quinientos kilómetros por en medio.

Por eso, a veces, la casualidad, la que hace que una canción la sumen a otra, precisamente a esa, y alguien la ponga en el aire justo en ese momento, precisamente en ese momento, en el instante en que la persona de la que te estás acordando pulsa el botón de enviar donde ha puesto una sonrisa graciosa y un beso, capaz de llenar un salón de algo difícil de definir, pero radiante.

Ahora esa canción suena ya diferente en mitad de su madrugada.

Resonando: Reckoner y Love lockdown_Radiohead y Kanye West (Mash-up)

3 comentarios:

Giraluna dijo...

He tardado demasiado en hacer acto de presencia por aquí, pero estos dos últimos días han sido extraños y han puesto patas arriba (o cabeza abajo...) todo lo que parecía estar en su lugar...
Sútil alusión, la necesaria y la justa, para leerlo y pensar "sí, parece que sí, en esta línea justo" y a la frase siguiente "no, quizá no sea..." :) A veces resulta inexplicable lo que la casualidad logra hacer en nosotros, cuando dos canciones y varias palabras se juntan en un mismo momento (en un mismo salón) y se ponen a bailar lentamente sobre la última copa de vino...y entonces la noche que venías viviendo se vuelve otra...inexplicable y bonito, aún más bonito -para mí- si soy yo la que está al otro, aun mejor -también para mí- si lo escribes tú...

Espero verte el sábado que viene, en el mismo sitio, a la misma hora, con otra sonrisa y con otra canción, quizá no tan oportuna como ésta, pero una que pueda llenar tu madrugada de las mías...

Besos de "gracias"

Tita dijo...

Y que siga sonando...

Besos de los grandes

Iraultza dijo...

Giraluna: llevamos tiempo sin acudir a nuestra cita, en el lugar de siempre, a la hora que nos gusta, con las mismas ganas y más sonrisas....no dejemos que pasen otras madrugadas no? Yo te echo de menos. Besos de todos los colores.

Tita: que no pare de sonar....Besazos.