19 abril 2009

En bucles sin destino

Y después de limpiarme las heridas frente al espejo, y de preparar un té para tomarlo mientras llovía fuera, y de escuchar aquella canción muchas veces seguidas, me puse de pie, deteniéndome unos segundos a ver qué grado de fortaleza me quedaba, y descubrí que toda, que me hubiese vestido para seguir en esa guerra caliente de la que no quería irme, de las leves batallas que nos hacían mejores, de perder el sentido del tiempo entre tus manos, de las noches en vela y las vueltas en la cama, de buscarte en todos los pasos de cebra y esperar que llegases por sorpresa.
Y a cada minuto me quedaba, y a cada minuto me iba, y quedarme era un placer, y marcharme dolía todo, pero nunca he sabido llegar cuando debía, así que decidí empezar a escribirlo (porque así no tengo que asumir del todo lo que he acabado siendo), a ver si así sacaba alguna conclusión, de esas que te quitan los nudos en la garganta, de esas en que te mandan postales cuando menos te lo esperas o un guiño en mitad de un océano de tiempo.

Esto lo escribí hace mucho tiempo por otras razones a hoy, pero lo releía hace unos días (mientras preparaba otras cosas) y parecía que hay senderos que curiosamente acaban siendo los únicos que uno sabe transitar, o al menos, que se repiten demasiadas veces para mi propio gusto.

A veces elijo mal, rematadamente mal, pero desde luego a estas alturas ya sé reconocer lo que no quiero. Ese es un buen paso. Me sigue permitiendo dormir cada noche.

Resonando:Période bleue_Jane Birkin

4 comentarios:

Tita dijo...

Todo bucle tiene un destino, si no, busca en el código, vas quitando lo que no quieres y un buen día llegará.

Antes de ir a dormir esta noche, te envío un guiño.

Besos

Giraluna dijo...

Supongo que cada uno de tus textos es una muestra de ese camino cíclico, de esos senderos que se van repitiendo aunque no parezca gustarte, sin embargo es así cómo te vas acercando y mostrando, hasta que la frase "nunca he sabido llegar cuando debía" me sabe completamente a ti...
besos azul claro, azul cielo (y mar) :)

Elena -sin h- dijo...

Esa sensación de bucle a veces acampa en la boca del estómago y nos hace pensar que no avanzamos pero simplemente el hecho de ver el bucle, de darnos cuenta de lo que no queremos repetir es el avance más importante.

Ay, cuanto echaba de menos pasar por aquí :)

Iraultza dijo...

Tita: seguro, aunque a veces no lo parezca, los bucles acaban en algo, sea lo que sea....besos con guiño.

Giraluna: sin duda....y me gusta saber que en cierto sentido, alguna cosa te sabe completamente a mí. Besos de todos los colores que siempre son azules ;-) .

Elena: como los protocolos manidos que contienen un número determinado de pasos, también esto podría calificarse así, pero sería teoría claro, y eso es más sencillo siempre. Y yo te echaba de menos por aquí también!! Besos desde aquí.