31 enero 2010

Entre tanto...

Es complejo, y sin embargo preciso, intentar desentrañar los motivos por los cuales uno consigue sacar cosas que escribir. A veces pueden ser multitud de razones, detalles, quizá una simple actitud que empapa todo lo que sucede dentro o alrededor de uno. Y otras, por épocas, como casi todo, las razones se reducen a las habituales, a las que siempre lo han sido y han compartido cajón con muchas otras pasajeras o puntuales. Hay canciones, música en general, que despiertan sensaciones potentes. No es ningún descubrimiento, ni para mí, ni para el resto de la humanidad. Pero hace poco leía sobre la sinestesia, y escuchaba hablar a varias personas sinestésicas que intentaban explicar de la mejor manera posible cómo sentían, cómo se comunicaban, cómo percibían los sonidos, las palabras, y esa extremadamente interesante forma de mezclarse en el cerebro de todo eso. Y de un modo tangencial, lo relacionaba con esa capacidad casi espasmódica que tiene la música para conmovernos, de unas u otras maneras, en unas u otras situaciones.

Son meses especialmente atareados por diversas razones, y eso me impide publicar con la fluidez que quisiera, pero prometo seguir investigándome la sinestesia, o la cantidad ingente de razones que rodeo, piso o descubro en cada minuto que pasa.

Resonando: Figured you out_Nickleback

2 comentarios:

Mercromina Roja. dijo...

Yo siempre que me paro a pensar de dónde sale la inspiración para escribir acabo en espirales interminables.
Espero que sigas investigando y descubriendo. Bueno, y que lo compartas por aquí.
Saluuuudos! =)

Iraultza dijo...

Así procuraré hacerlo, je....y no lo olvides tú tampoco, aunque esas espirales a veces te vuelvan loca...acabarán deshaciéndose solas....seguro.

Abrazos!