18 febrero 2007

Quizá mañana

Acabo de despertar y con el tiempo voy aprendiendo
Que la mañana te ayuda a ver las cosas con más claridad
Que lo que antes dolía mucho
Hoy tiene algodones en las esquinas
Y empieza a ser como una caricia
Y duele menos, mucho menos
Que el tiempo juega un papel muy importante
Y nos lo están quitando por todas partes.

Y que cada mañana te levantas de la cama con mil ideas de lo que tienes que cambiar, pero las horas te comen esas mismas ideas, y se deshacen en tu cabeza como una aspirina efervescente, mientras escuchas las palabras de los que no te interesan, mientras se va yendo el sol y empieza a llover al otro lado de los cristales, mientras comes en una cafetería cutre en media hora, mientras sale un café de la máquina de tu oficina, mientras vuelves a tu sitio, frente al ordenador, mientras te metes en una reunión cualquiera a escuchar doscientas imbecilidades que no te importan un pimiento, y te levantas de nuevo y vuelves frente a tu ordenador, y acabas dos informes que le debes a tu jefe, y miras el reloj, y miras por las cristaleras que hay junto a tu mesa, y se ha hecho de noche, y ves las luces rojas de freno del atasco de la salida, y la gente volviendo a sus casas, o a otros lugares, a vivir una minihistoria, lo que duran unas horas antes de empezar de nuevo al día siguiente, y cierras el ordenador y bajas al parking y enciendes el motor de tu coche, y pones la música a todo volumen, y gritas cantando la misma canción que suena en el cd, y conduces con cierta ansiedad hasta tu casa, y abres la puerta, y tienes ganas de llorar cuando cierras la puerta a tus espaldas, pero aguantas, sin saber muy bien porqué, y recoges un poco todo, los platos, la ropa tendida, y algunas revistas amontonadas en el salón, y cenas algo, lo poco que te apetece preparar para ti solo, y metes los platos sucios en el lavavajillas, y te fumas un cigarro tranquilamente, y te lavas los dientes y te metes en la cama a leer unos minutos, antes de apagar la luz habiendo puesto el despertador, y te duermes en unos minutos, pensando que nadie te ha acariciado hoy, que no te han besado, que nadie te ha abrazado, que no escuchas a nadie respirar levemente mientras se duerme a tu lado.
Quizá mañana.

Resonando: Tiempo_Bebe y Carlos Jean.

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