30 mayo 2007

Que aquí alguien no descansa

Dibujabas sonrisas con el dobladillo de tu falda, como quien cuenta orgasmos con los dedos de las manos. Yo te miraba curioso, preguntándome cómo sonaría tu risa en la intimidad, pero nunca me acerqué a decirte nada, sólo te miraba de lejos, todo lo lejos que podía ponerme para que no vieras mis ganas de acariciarte.

Todo olía a limpio cuando acababas de pasar tú, como si se regenerase el aire a tu paso, por eso mis sábanas se desgastaban tan rápido, porque pasabas casi todas las noches en ellas, aunque a veces no aparecías, y yo te esperaba despierto, como las farolas, que al amanecer se ponen a pensar en otra cosa.

Me acompañabas durante unas horas casi todos los días, aunque mis amigos me decían que acabaría aburriéndome de ti, que eso no se aguanta mucho tiempo, pero yo no les creía, y ahora sé que ni siquiera llevaban razón, qué saben ellos de alguien como tú, que apenas rozas el aire al caminar, pero eres capaz de hacerme descargar tormentas inmensas, tan grandes que en noches de ciudades vacías, he llegado a hacerte reir.

Resonando: Dulces sueños_Los Planetas

9 comentarios:

RETRATOS DE ROBERTO ALAMO dijo...

Hermoso texto, Ira.

No creo que sea fácil hacer reir a alguien "en noches de ciudades vacías", pero al parecer puedes conseguirlo. Enhorabuena.
Quizá ella apenas roza el aire al caminar, pero estoy seguro de que el aire es rozado intensamente por su cuerpo. Y es posible que eso, al aire, pueda ruborizarlo. Y de ahí, que a veces, provoque en nosotros tormentas inmensas que se dejan ver cuando apenas una gota de agua resbala casi anónima por nuestras mejillas.

PD: Gracias por poner el link en tu página, Ira. Echa un vistazo a los links de "AMANTES VENÏA DE AMAR". Te lo mereces por buen escritor.

Un abrazo.

adictaacruzarenrojo dijo...

"y yo te esperaba despierto como las farolas, que al amanecer se ponen a pensar en otra cosa..."
touché...

Y yo pensando:
Aunque se apague todo a la hora de dormir, yo me como el techo a trozos y sigo pensando en ti...
porque pocos se libran de ese trozo de techo desgastado de tanto mirarlo...ese trozo que comparte meridiano con la almohada...menos desgastada (por lo menos la mía...)

un beso rojo

Angie dijo...

Mi comentario iba a comenzar exactamente igual que el de Adicta.. me ha enamorado esa frase..

pero para no copiar, te digo que me encanta la idea de las sábanas desgastadas.. por un sueño, por un roce, por el aire que pasa pero no se queda, por la soledad..
y es que.. cuántas cosas acaban desgastadas sólo por pensar en ellas..

precioso texto, sí señor..

Anónimo dijo...

Que bonito todo.
Y mi novio venga a soltar improperios a diestro y siniestro.

Iraultza dijo...

Gracias Roberto, me ha gustado ese giro que le has dado a la frase "el aire es rozado intensamente por su cuerpo", tanto que lo ruboriza.

Siempre es estupendo tenerte por aquí, ya lo sabes. Abrazos.

Iraultza dijo...

Una metáfora linda, tan linda como ese juego de geometría y orientación que forma esa perpendicular tan transitada entre el techo y la almohada, que en noches de insomnio sufre de atascos, y que otras, las grandes noches, está vacía.

Gracias por tus besos rojos.

Iraultza dijo...

Cierto, Angie, el desgaste es brutal, en casi todo, y algunas cosas, al desgastarse, saben cada vez mejor. Las sábanas entre ellas, siempre saben mejor desgastadas por el roce de un cuerpo deseable, amado.

Iraultza dijo...

Gracias Verta, un placer tenerte por aquí.

A veces no está tan mal lanzar algún improperio, reduce mucho el estrés.

Iraultza dijo...

Rober, gracias por el enlace. Saberlo cerca de un pedazo de poeta como tú me enorgullece.

Abrazos como siempre, no merecs menos.