07 septiembre 2008

Sin parar a respirar

Y respirar sin parar de la misma manera, sin masticarlo, sin pensarlo, sólo un gesto mecánico entre dientes, en sordina, en la misma esquina del mismo edificio de tantas veces, arrinconado en la ausencia de nada que merezca la pena.

Recordando en el pecho lo que otras veces dolió diferente pero casi igual, como el humo que se va deshaciendo en hilos cada vez más finos en las rotondas tan modernas de los viernes por la noche al volver a casa, las ganas que saltan por los aires cuando el coche bota al pasar un badén de ilusiones desperdiciadas en propinas de intenciones, los dedos que arañan las paredes del sudor más insano, el que destila el cuerpo cuando no tienes ganas de empezar por enésima vez la cartilla donde aquella tarde aprendiste a escribir sin casi percatarte de ello.

Y respirar sin parar de la misma manera cada domingo convertido en laborable en las costuras del colchón, en las pupilas acostumbradas a ver palabras escritas siempre del mismo modo, un gesto mecánico entre dientes donde nada merece la pena.

Un sonido casi idéntico, cada vez más pulido, en estéreo, o en eso tan difícil de explicarse ahora que llaman gemidos envolventes de despedidas sin final que pueden, con un poco de dejarse estar, volver a verse repetidas en multidifusión en los días en que pierdes la cabeza o las mañanas que dejas pasar la circulación sanguínea entre ropa tendida y jardines con hierba recién cortada.

Y respirar sin parar de la misma manera, a contrarreloj, a ratos descoloridos, a inviernos sin mezclar, a ganas de no saber cómo, a gigantes y molinos desbaratados entre gintonics, a botones mal cosidos en el cielo del paladar, a labios insustanciales que no dicen nada pero saben más de lo que quisieras, a salivas retenidas en los sueños sin envolver, a ojos que lo prometen todo y que no saben guardar secretos, a sábanas enredadas en las horas más perdidas de las aceras de mi calle, a una palmada en el hombro con sonido de bofetada en el alma, a una papelería donde siempre olía bien, a faros iluminando carreteras que siempre retrocedían al punto de partida y todo volvía a empezar, a esferas cuadradas con sabores amargos y colores chillones, a pinturas entre los dedos, a nuevas derrotas que nos hicieron mejores, a inténtalo otra vez, a estrofas sin rima pero con voz de noche sin final, a muslos invisibles que desaparecían al ritmo de los libros que leías, a playas donde nunca rompían las olas ni llegaba el agua, a ya lo sabía, pero no lo quise ver, a tantas horas sin pensar que amaneció para que pudieses resarcirte en mi espalda.

Resonando: No tienes que decirme nada_El Columpio Asesino

7 comentarios:

Giraluna dijo...

Creo que no podría elegir solo una pero me quedo con el "ya lo sabía, pero no lo quise ver", ligada a esa "palmada en el hombro con sonido de bofetada en el alma", que podría haber salido de aquellos ojos (verdes, 'green eyes', claro) que vendían promesas y regalaban secretos... Ahora solamente me apetece rogarte un bis, como si tus palabras fueran las que estuvieran en el escenario, envueltas en luces de colores y aplausos espontáneos, y tú, en el backstage, estuvieras improvisando el repertorio para que cada una de las frases se transforme en sensaciones que logren rozar a todo aquel que te lea.

Besos violetas

Tita dijo...

Y volver a respirar cada día igual que nunca, descubriendo olores, soñando olores, recordando olores...
Ya estoy de vuelta a la vida real, ¿qué tal el verano?

Besos

Anónimo dijo...

Hacía tiempo que no me pasaba por aquí, mucho, muchísimo, y debo reconocer que no me ha defraudado volver a hacerlo porque siempre consigues dejar un agradable sabor de boca ahí al final. Ese regusto similar al del bourbon, dulzón y potente, o quizás también supure una cierta astringencia analgésica... quién sabe.

Un fuerte abrazo, duermevela, desde el Otro Lado.

AAN dijo...

"Al respirar intenta ser quien ponga el aire que al inhalar te lleve al mundo de esta parte. Y respirar tan fuerte que se rompa el aire, aunque esta vez quizá será mejor marcharse. Intenta no respirar".

Al respirar- Vetusta Morla

Besito

Iraultza dijo...

Giraluna: no elijas, no es necesario. No salieron de aquellos ojos verdes ;-) aunque parezca Nat King Cole y por asociación, la banda sonora de In the mood for love...y sin embargo, en el backstage sigo tarareando esa que ya sabes, o la otra que de una buena canción pasó a algo mejor...para que no se detenga and guide you home.
Besos desde la colina.

Tita: me alegra mucho tu vuelta a la vida real..para respirar lo nuevo, descubriendo, renovando, encontrando....tenemos pendiente intercambiar esa redacción sobre "El verano", je. Besos.

Borja: y yo echaba de menos que pasases por aquí también, por eso siempre es un placer encontrarte. Un abrazo y gracias.

Aan: rompamos el aire entonces....gracias. Besos.

adictaacruzarenrojo dijo...

A veces es mejor dejar de respirar un rato, en el cual los capilares de los ojos se tornan algo más rojizos en un grado imperceptible, y las paredes de los pulmones se acercan como si fueses a abrazarse (pero no), y parece que dejas de existir por dentro, pues todos los tubos corporales se quedan casi vacíos. Y en ese punto de rea-irrealidad, de más nada que todo, abrir las ventanas nasales de alma y con una bocanada muy profunda volver a vivir sin mirar atrás pensando que lo que no merece la pena se quedó a un segundo de la asfixía...

Muy bueno.

(no tuve tiempo de escuchar al columpio, pero lo apunto)
muak!

Iraultza dijo...

Intensa descripción de ese instante, de un segundo, de un momento que lo cambia todo, como un gesto, como una palabra justa en el instante preciso, como un brillo en unas pupilas o la curva perfecta de una nuca iluminada por la luz de una vela, como el sonido de una falda al rozar con los muslos, o de unos tacones que resuenan al contacto con la acera a una melodía de anteayer, todo acumulado en una décima de segundo, como un sabor que ya concoes en el borde de los labios y darse cuenta de repente de que se quiere volver a probar, un momento acolchado entre los pulmones detenidos un instante, y de repente volver a coger aire, mucho, todo el que quepa para seguir......mua.