Sumergido en esa burbuja aséptica en que a veces se introduce, mientras transcurren muchos días plácidos, y sin embargo algo se le retuerce en el estómago, como una especie de ansia puta sin destino aparente.
Y en esas circunstancias le suele resultar complicado incluso llevarse bien consigo mismo, porque discute, se enfurruña, se aleja, sólo mira, no escucha, sonríe con suficiencia o se esconde, resopla y vuelve a levantarse, transita sin destino, como el ansia puta, hacia no sabe dónde y no sabe cuándo, vuelve a mirarse y no se reconoce a ratos, se mancha con algunas cosas que le cuentan, divaga hacia arriba y hacia abajo, le busca tres pies a los gatos que no le gustan y ni se fija en las aceras donde taconean promesas infundadas, es una máquina diseñada para desear, pero recoge pedazos sin respiración cuando se concentra un minuto.
Las burbujas se pinchan, se rompen, o simplemente se deshacen hasta otra, por eso en los momentos más tensos, más intensos y bizarros, respira con lentitud, finge escucharse y camina hacia otro lado, porque siempre regresan de una u otra manera, por unas razones exactas o porque es una forma peculiar y aparente de avisarle de algo, de ese algo que irá rumiando lenta e inexorablemente mientras la burbuja inefable siga hinchada y letárgica.
Por eso se concentra en estos días, en cosas pequeñas, en detalles aparentemente nimios, en un par de olores y cómo combinan apenas cuatro o cinco colores entre sí, sonidos rítmicos y leves roces de la piel...o todo junto a la vez, poco a poco.
Resonando: Reckoner_Radiohead
Y en esas circunstancias le suele resultar complicado incluso llevarse bien consigo mismo, porque discute, se enfurruña, se aleja, sólo mira, no escucha, sonríe con suficiencia o se esconde, resopla y vuelve a levantarse, transita sin destino, como el ansia puta, hacia no sabe dónde y no sabe cuándo, vuelve a mirarse y no se reconoce a ratos, se mancha con algunas cosas que le cuentan, divaga hacia arriba y hacia abajo, le busca tres pies a los gatos que no le gustan y ni se fija en las aceras donde taconean promesas infundadas, es una máquina diseñada para desear, pero recoge pedazos sin respiración cuando se concentra un minuto.
Las burbujas se pinchan, se rompen, o simplemente se deshacen hasta otra, por eso en los momentos más tensos, más intensos y bizarros, respira con lentitud, finge escucharse y camina hacia otro lado, porque siempre regresan de una u otra manera, por unas razones exactas o porque es una forma peculiar y aparente de avisarle de algo, de ese algo que irá rumiando lenta e inexorablemente mientras la burbuja inefable siga hinchada y letárgica.
Por eso se concentra en estos días, en cosas pequeñas, en detalles aparentemente nimios, en un par de olores y cómo combinan apenas cuatro o cinco colores entre sí, sonidos rítmicos y leves roces de la piel...o todo junto a la vez, poco a poco.
Resonando: Reckoner_Radiohead
3 comentarios:
No hay mejor forma de vencer esa hostilidad con todo -y con uno mismo- que centrarse en un par de estribillos recién horneados, unos besos en la mejilla que dejan marca (no sólo de pintalabios), cinco minutos de lluvia fina o detalles como esos que en ocasiones normales somos tan tontos de dejarlos pasar...
besos desenfurruñantes :)
Todo un diálogo con uno mismo, con lo malo de las incongruencias, con lo bueno del amor propio.
besos de buenas noches
Giraluna: nunca deben dejarse pasar esos detalles, esos precisamente esos, son los que dejan marca, no de pintalabios ;-). Besos de los que quieras.
Tita: y dices bien utilizando lo de diálogo....aunque a veces sea disfuncional, el diálogo digo. Besos que son también de buenas noches.
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