04 abril 2010

A little bit of dirty


Aunque en los últimos años, a una velocidad creciente, nuestro modo de consumir contenidos ha variado de manera brutal, hay algunos tics que se siguen manteniendo a pesar de ello. Uno de estos, es la forma en que determinadas campañas de publicidad consiguen dirigir la atención sobre determinados estilos de música, o simplemente, sobre algunas canciones.

Hace unos días vi un spot de una marca de ropa deportiva donde aparecía una canción que ya me gustaba en su original, y que escuché hace unos meses en su versión editada por un tipo que hace verdaderos malabares manoseando estos temas que ya son, de inicio, grandes. Y al reconocerla en el spot, pensé que volvía a darse esa situación una vez más en que la publicidad sirve colateralmente a lo que pretende.

Siempre habrá quien considere que tomar una canción y manosearla es una “herejía”. A mí, sin embargo, respetando el original de cualquier tema, me apasionan ciertas tendencias que consiguen convertir temas impresionantes en otra cosa, que a veces también me encantan, y que son diferentes. He hablado alguna vez de los mash-ups, resuenan al pie de algunas duermevelas remixes que me han llamado la atención por algo, y el primer disco que el sello Verve publicó con dos CDs allá por comienzos de este siglo, en uno de los cuales había temas originales de soul, jazz y R&B publicados por este sello en su momento (años cincuenta y sesenta en su mayoría) y en el otro CD esos mismos temas remezclados por DJs, consiguieron remixes que sonaban espectaculares, tomando a Nina Simone, Sara Vaughan o Ella Fitzgerald por ejemplo.

En este caso se trata de un productor y DJ francés, que se hace llamar Pilooski, que tomando los temas originales, los retoca, los manosea, les otorga otras cadencias y brillos, hasta volverlos de otro color. En este caso, el tema que ha utilizado esa marca deportiva, es un original de principios de lo setenta de Dee Edwards, pero si tienen ocasión, no se pierdan lo que este tipo hace con un tema de Elvis Presley, Crawfish, o de la misma Nina Simone, Take care of business, por tomar sólo dos ejemplos.

“Dirty edits” para seguir investigando, deleitándonos, buscando, inventando, nuevos modos de sonar, de escuchar, de respirar.

Resonando: Can't there be love_Dee Edwards on Pilooski edit


*Fotografía: Hans Neleman

No hay comentarios: