20 julio 2010

El hueco de la espalda


Con qué facilidad pueden colarse determinadas notas en los pliegues mínimos que se forman entre los huecos que forman la espalda y las sábanas ardientes de una madrugada demasiado calurosa como para bebérsela entera.
Suena sin querer, en ese albedrío poco sincero que tienen algunos aparatos muy modernos desde donde nace la música en estos tiempos, y en la sordina del vapor licuado que generan los brazos, los movimientos lentos y apergaminados de las piernas sobre el colchón, del cuello endurecido por tantos giros inexplicables y la tela húmeda de la almohada, a través del silencio pesado de una madrugada sin bocinas ni banderas, se cuela ese sonido que pareciese casi salir de las entrañas de alguien en la misma fase REM que uno mismo en los días impares.

Quizá se trate de la perfecta sincronía con que parece contar una historia escondida en su escala, sin palabras, sin metáforas ni prosopopeyas, en línea recta sonora, como si esas notas que dan a luz desde un piano pudiesen conocer de antemano el camino exacto por el que deben transcurrir para acabar redondeando la perfección de un pedazo de historia que cada uno puede contar como desee.

En la brevedad pacífica de una madrugada perdida en los mapas, bajo el cielo oscuro de no se sabe dónde ni cuándo, y a través de una ventana que pareciese fabricada para otra cosa, se cuela el sonido perfecto, el ritmo adecuado, la melodía sincera y sencilla donde se tejen las historias que uno, cualquiera, quisiese contarse antes de ir a dormir, o en vez de ir a dormir. Y en el entretanto, mientras esas notas parecen restregarse perezosas y risueñas entre la espalda y las sábanas, uno puede deletrear lo que se le escurre de los labios con tanta precisión que asombra saberse reconfortado por el azar manipulador de alguien desconocido en alguna otra parte de la ciudad.

Resonando: As I am (Intro)_Alicia Keys


*Fotografía: Image Source

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hacía mucho que no leía la palabra prosopopeya. Toc-toc, soy el fantasma del verano pasado (o hace cuatro veranos ya), he rebuscado entre archivos para poder tender un nuevo puente (aéreo todavía no). Ni móviles perdidos ni ordenadores formateados han impedido que te encuentre en la red. ¿Recibiste noticias de Berta? Hemos estado tanteando las redes sociales junto a la divina para ponernos al día en plan remember when.
Por otro lado me ha dado por unirme a la comunidad blogger, soy morganara de wordpress. Por mi parte me he reencontrado contigo leyéndote en los archivos de tu duermevela incluso antes de tocar a tu puerta. Me encanta leerte. Mil besos.

Unknown dijo...

Hacía mucho que no leía la palabra prosopopeya. Toc-toc, soy el fantasma del verano pasado (o hace cuatro veranos ya), he rebuscado entre archivos para poder tender un nuevo puente (aéreo todavía no). Ni móviles perdidos ni ordenadores formateados han impedido que te encuentre en la red. ¿Recibiste noticias de Berta? Hemos estado tanteando las redes sociales junto a la divina para ponernos al día en plan remember when.
Por otro lado me ha dado por unirme a la comunidad blogger, soy morganara de wordpress. Por mi parte me he reencontrado contigo leyéndote en los archivos de tu duermevela incluso antes de tocar a tu puerta. Me encanta leerte. Mil besos.

Iraultza dijo...

Hola!!!!!!!!!! Es cierto, hacía mucho que no sabíamos el uno del otro...y me ha hecho gracia lo de los móviles perdidos....esa cabecita....y qué grata sorpresa encontrarte por aquí.....

Recibí noticias de Berta, si, llegué hace poco de vuelta, y en cuanto encuentre un momento la contestaré, mientras tanto dales besos, a bertucha y a la divina.

Un placer verte por aquí, cuando te apetezca, ya sabes, tienes mesa reservada para pasar el tiempo que desees tomando café, leyendo, y no perdiendo móviles, je. Mil besos.

* PD: iré a leerte...of course...rebienvenida.