Dice la canción...."Llévame hasta el final, si eres tan especial...las cosas tienen el sentido que les quieras dar....las palabras a rayas no existen..." y me cogiste de la mano y perdí la voz, como si te lo hubieses quedado todo entre aquellas sábanas arrebujadas en la esquina de la cama que apenas utilizamos.
Luego no supe tu nombre, porque no me lo dijiste, pero me han dicho que has vuelto alguna noche a buscarme por allí, aunque me prometiste que esa era la única vez, aunque los besos en la ducha no parecieran los últimos.
Si, cierto, me llevaste hasta el final.
Resonando: Llévame hasta el final_Pequeño Pecker
15 comentarios:
bonita descripción de amores fugaces, o quizá no tanto si se recuerdan con tanta intensidad...
beso!
Tan fugaces como intensos. Ya sabes que la memoria a veces es caprichosa..
Besos.
Me encantan esos recuerdos de noches fugaces, de besos fugaces, de amores fugaces..
la intensidad en dos cuerpos conocidos que no necesitan de nombres, sino de caricias, de sentirse acompañados..
aunque todo dure sólo un instante.. eterno..
donde escribí conocidos quise decir desconocidos..
esta noche no estoy completa..
Genial, me ha encantado,
"Aunque los besos de la ducha no parecieran los ultimos.
Si, cierto, me llevaste hasta el final"
Que sincero y real,
tengo una nueva visita diaria obligada.
un placer.
Jl. resonando vitalidades.
Resonando: Salitre. Quique.
A veces el desconocimiento del otro o la otra no evita (incluso potencia)esa eternidad fugaz. Gracias Angie.
Un placer tu visita también JL.
Preciosa canción de Quique González, por cierto.
Serás bienvenido cada vez que vuelvas.
Tiene su magia quedarse con la duda de los nombres...( y llevarse el color de ojos, el sabor de labios, el olor de las arrugas de la almohada...)
Además...al amor no le gusta que le llamen por su nombre...
Un beso rojo (para tus duermevelasvelas rojas)
Mmmm, me ha gustado ese neceser repleto de cosas útiles que has dibujado (color, sabor y olor).
De rojo en rojo.
Me siento muy identificado con el aroma de este texto, creo que puedes comprenderme, amigo Iraultza.
Te vuelvo a abrazar, compañero.
Siempre nos comprendemos Roberto, ya lo sabes, en esos aromas uno puede reconocerse si lo piensa un segundo.
Abrazos.
¿Amores de una noche? ¿pasiones de largas horas?
Yo a esas las llamo hadas... porque se pasean por tu vida y, sin que te dé tiempo a descubrirlas realmente, se van... dejando un sabor dulce en los labios.
Pues vivan la hadas entonces.
Curioso esto de los finales no compartidos, suele pasar, ambos lo superaréis.
Saludos!
A veces pasa, es cierto. Un abrazo Angus
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