10 octubre 2007

De carpaccio y burbujas

Hace exactamente un año, te acuerdas? Qué diferente fue la conversación, o qué parecida, según se mire. Me mirabas a ratos y me decías lo de esa chica que acababa de aparecer a tu alrededor, después de aquel verano en que te marchaste tan lejos para no ver a esa otra que te había deshecho las líneas de flotación.

Intercalábamos aquel carpaccio con las burbujas rosas y te reías repitiendo aquella frase que me dijiste mil veces, "joder tío, es que se llaman igual, así no creo que pueda funcionar". Yo le daba otro sorbo a las burbujas y te quitaba el pan ese que sabía tan raro y te decía "y a quién le importa que se llamen igual, en la última media hora has pronunciado ese nombre quince veces, y en cada una de las veces sé a quién te refieres, uno suena a fracaso, el otro suena a futuro". Tú pedías un café y volvías a las burbujas que parecían inevitablemente la antesala del amanecer que no sabíamos que nos esperaba así.

Me contaste lo de aquella película que vimos juntos y de la cual tú te marchaste a una cama que yo ni sospechaba, aunque luego me contaron la otra versión y sonaba casi igual que la tuya.

Te conté lo del viaje que iba a comenzar unos días después y que preveía largo y complicado, y me animaste a hacerlo porque me decías que estabas hasta las narices de no conocer ni uno de los nombres de los que te hablaba yo y no saber de antemano nada de ellas, y sobretodo de no reconocerme cuando pronunciaba esos nombres.

Te dije que tu viaje acababa de comenzar también, aunque tenía otras paradas diferentes a las mías y que a mí me daba buena espina, aunque coincidiese ese nombre y en ese momento te sintieses desubicado, y me mirabas con esa cara de gilipollas que pones cuando no me crees.

No paramos de reir las siguientes cinco horas y antes de descojonarnos un rato más y acabar cada uno en un sofá sin saber cómo habíamos llegado hasta allí, te dije "acuérdate el año que viene, cuando celebremos tu cumpleaños, nos correremos la juerga unos días después, porque esa noche estarás cenando con ella". Te echaste para atrás y antes de coger otro bollito de esos asquerosos con que acabamos esas noches, te escuché "bien, y si no, la cena de mi cumpleaños del año que viene, para compensar, la pagarás tú".

Hemos hablado hace un rato, y hemos quedado para la semana que viene, esta noche habías quedado para cenar.


Resonando: Agujitas_Nubla

4 comentarios:

RETRATOS DE ROBERTO ALAMO dijo...

Acá estoy, amigo, poniéndome al día.
Vaya, lo siento por tu amigo, Ira.
Joder, qué prolífico eres cabrón!!!.
Me gusta mucho lo de " otro bollito de esos asquerosos...".

Iraultza dijo...

Ponte al día, ponte al día, que ya teechaba de menos. (Qué va, mi amigo era un incrédulo entonces, y ahora, exactamente anoche, me dio la razón a aquello que le dije exactamente hace un año).

Los bollitos, jajaja, ya te contaré, si, son asquerosos, pero hay horas a las que da igual.

Elena -sin h- dijo...

Hay veces en que es tan fácil ver esas cosas... aunque el que habla ni lo intuya.

Mi compañero de piso me estuvo mirando mal (de broma pero mal :P) una semana porque me llamaba igual que su ex! Es extraño como asociamos los nombres de una manera tan férrea...

Iraultza dijo...

Siempre me ha resultado curiosa esa manera tan tribal de apoderarnos de los nombres, casi con algo de atesoramiento infantil, e inevitable. Me gusta esa forma de atesorar, si. Besos hasta las alturas.