17 julio 2007

Le podrá la curiosidad


Rebuscó en los bolsillos intentando encontrar aquel botón que pudiese abrocharle al suelo otra vez, pero los tenía llenos de las miradas que había conseguido guardarse desde el primer día que la vio, y aquella tarde había conseguido recolectar tantas, que le colmaban los vaqueros gastados.

Salió de aquel sitio lleno de velas por todos lados y levantó la cabeza para que su mirada se cruzase con la de alguna nube que estuviese esperando en el andén de cielo que en ese momento se colaba entre las copas de los edificios que tenía a su alrededor, pero el andén estaba vacío.


Notaba que al caminar pesaba menos, aunque los bolsillos los tuviese que mantener casi atados para que no rebosasen, caminaba más ligero, como si las miradas flotasen y empezasen a elevarle unos centímetros de la acera, como esos globos que salían en las películas antiguas que te subían y subían.


Cogió el teléfono y marcó el número de aquel amigo que siempre escuchaba divertido las historias curiosas que a veces tendía a contarle.


- Hoy me he vuelto a cruzar con ella.

- Y qué le has dicho, o tampoco le has dicho nada.

- Nada, es cuestión de esperar, ser paciente.

- Esperar a qué?

- A que le pueda la curiosidad.


Resonando: Breath in_Frou Frou

9 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi desde luego ya me puede!! (y me encanta la imagen y como soy así de curiosa quiero saber de donde ha salido...)

.JL. en los afelios dijo...

FANTASTICO!
GENIAL!!
Me ha encantado tu final,
me ha sucedido a mi también,
creo que te robaré esa frase alguna vez,
por si le vence.

Un abrazo por compartir
los pocos que quedamos en esta desolada Madriz.

Princess Valium dijo...

¿Y no ha rebosado el bolsillo con esa última mirada? Tal vez ella coleccione sus sonrisas y también espera el momento con paciencia. Por si acaso, a veces es mejor actuar.
Un beso que te abrace

(s_gg) dijo...

Habrá que agarrarse bien fuerte los bolsillos para dar tiempo a la curiosidad sin dejar que escape una historia.

Iraultza dijo...

Vega, la encontré, hace mucho tiempo, en algún lugar que no recuerdo, y un día me puse a jugar para darle otros colores, y otro juego de paletas y brillos...y quedó así.

.jl.: lo que se da, no se roba, así que toda tuya, para cuando la necesites (en momentos así siempre viene bien una frase a mano). Abrazos en una ciudad que no se vacía del todo, no.

Princess: es un bolsillo mágico, le caben todas esas miradas, aunque apenas quepan unas llaves sin molestar, pero esas miradas, caben todas. Si, a veces es mejor actuar. Besos sin esperar.

(s_gg): abrochémonos al suelo si eso es suficiente para no dejar escapar una historia.

Naty dijo...

Yo también quiero bolsillos rebozados de miradas curiosas y parlanchinas (buena compañía para mis silencios ;) Saluditos

RETRATOS DE ROBERTO ALAMO dijo...

Prueba a acercarte, pruébalo, no tienes gran cosa que perder (si acaso unos kilos de timidez), pruébalo...acércate con una sonrisa demoledora y tiende una mano, la magia se produce cuando uno se relaja y cede al otro una sonrisa purificadora...pruébalo, amigo...prueba a delectar esos momentos de cuerda floja que hacen de la vida algo más excitante de lo que ya por definición, es.

Precioso texto, Ira.

Mi abrazo te rodea, ya lo sabes.

Elendaewen dijo...

A que le pueda o a que la exaspere... ¿Por qué esperar a que otros tomen la iniciativa? =)
Saludos.

arabesque dijo...

Es la realidad de los tímidos. De los admiradores. A los dioses no se les dirige la palabra.
Grande, y hermoso en la pequeñez del texto