21 julio 2007

Una cama con mucho calor

Debíamos haber puesto una tienda de zumos, porque nos faltaban gemidos cuando nos daba por exprimirnos, y a la vitamina C le han dado varias estrellas Michelín, o eso dicen las noticias absurdas que dan en verano.

Hoy me recordaron aquel verano en que los labios me sabían constantemente a tu cuello, y perdimos varios kilos sin movernos de la cama, no me cansaba aquel menú tan exquisitamente preparado durante veintitantos años por la naturaleza, valió la pena dejarla cocinarte.

Entre cervezas me preguntaron que cómo nos conocimos, y he tenido que hacer un pequeño esfuerzo para recordarlo correctamente, porque mi memoria sólo me traía esas noches en que me llamabas muy tarde y venías a verme, y perdíamos la noción del tiempo, y a ti te tenían que recordar que entrabas a trabajar mientras te ponías la ropa.

Llevaba varios días en aquel sitio, y cada tarde me sentaba en ese muro frente a la playa y me quedaba un buen rato mirando. Y a la cuarta, te sentaste a mi lado, sin decir nada, y te pusiste a mirar igual que yo. Unos minutos después, me hizo gracia que estuvieses sentada tan cerca de mí y no me hubieses dirigido la palabra, así que empecé yo:
- Si no estás acostumbrada, ten cuidado, después de unos minutos los ojos se te llenan de música, y puedes acabar contándome los pecados que te gustaría cometer en noches que desapareces del mundo.

Sonreíste, pero no me miraste, seguiste unos segundos en silencio, mordisqueando mis palabras, al final hablaste:

- Es bueno saberlo, los pecados que me gustaría cometer no los cuento, los cometo, y luego hago tertulia, si ha sido bueno. Lo que me choca es que estés tan seguro de que los vaya a cometer contigo.

- No estoy seguro, estoy haciendo un curso de empatía, y acabo de pasar la primera lección, he sido capaz de trasladarte mis deseos, los pecados los quiero cometer yo contigo.

- Para cometer pecados hay que ser creyente.

- No necesariamente, tu cuello esconde una condena infinita, al tenerlo tan cerca puede olerse el azufre.

- Eso es por lo que estoy pensando.

- Como leí a un tipo que sabe mucho, el paraíso lo prefiero por el clima, pero el infierno por la compañía.

- Pues en mi cama hace mucho calor, a lo mejor es un poco como el infierno.

- Y si no, siempre podemos seguir siendo ateos....y olvidarnos de que existen pecados mientras recordamos porque no voy a dejar que te desnudes sola.

Resonando: You don't know_Quentin Harris

11 comentarios:

arabesque dijo...

¡¡¡lo he visto!!!!
según lo leía lo veía!! incluso cuando te preguntaban como la conociste.

Anónimo dijo...

Hola:
Me tienes enganchada. Te busco cada día mientras tomo mi primer café y el día que no escribes empieza un poco cojo. Quien eres?

botas de agua dijo...

Iraultza, niño, me gusta mucho como escribes. El relato engancha y tienes una metáforas preciosas (mordisquear palabras). Gracias, una vez más, por estar ahí. Besos

Iraultza dijo...

Ara: bien, bien, lo mismo nos lo estábamos preguntando uno al otro.

la del rincón: gracias por tus palabras y por pasar por aquí. Tu pregunta se hace extensa (o densa)si la pienso un poco, y en momentos así, suelo perder la partida de nacimiento, el graduado escolar e incluso se han dado casos en que no me acordaba de mí.

Botas: tus palabras refrescan porque vuelven, porque espero que estés a cada minuto mejor. Gracias a ti y más besos.

adictaacruzarenrojo dijo...

Simplemente un uff de los que nos sabemos...(con efes extra invisibles pero existentes...)
Y claro, un beso rojo no podía faltar...

Iraultza dijo...

Besos con síndrome de abstinencia.

Princess Valium dijo...

No creo en los pecados, creo en el deseo, en el instinto, en los sueños hechos realidad. En tu relato veo el calor envolviéndolo todo, eso si que es un paraiso de verdad...mmm...Besos

RETRATOS DE ROBERTO ALAMO dijo...

Bueno, pues ya tengo otro tesoro preferido entre tus relatos.
Este es excepcional: te acercas a la persona deseada y la vida sucede en un instante, te acercas y todos los muros frente a todas las playas se pintan los labios del color de los cuerpos.
Sigue acercándote, amigo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

qué buena esa que resuena... (la estoy bailando ahora por el salón, por tu culpa!!)

y me gusta lo que leo tb (estrellas michelín a la vitamina C, confesiones que no son confesiones pecados que no son pecados, infiernos que no son infiernos... y todo al borde del mar)

(s_gg) dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
(s_gg) dijo...

Un comienzo perfecto...