30 abril 2007

Silencio

La ciudad vacía te golpea las sienes. Como los latidos del corazón, aunque parezcan ajenos, como un niño pidiendo socorro porque cree que su madre ha desaparecido, y simplemente ha bajado a comprar el pan, un mal recuerdo pasado un rato, un mal sueño.

Los párpados te pesan y es imposible conciliar el sueño y has fumado demasiado, como si tener un cigarrillo entre los dedos pudiese sustituir tener su piel por toda la mano, rodeándola, acariciándola, tener sus labios, sus muslos, sus brazos, su sexo o sus pechos.

La casa se llena de un olor agrio de soledad, y enciendes varas de incienso para camuflarlo, pero no se esconde, porque ese olor no puede taparse con nada, no es comida pasada en el frigorífico ni tuberías atascadas, es un olor indeleble.

Tomas un baño ardiendo, buscando que el vaho se lleve todo ese peso, ese olor, esa pena, pero no se marcha, se queda la noche entera contigo, buscando un oído cómplice que le escuche, que vuelva a verle la cara.

Resonando: Exiled manta mix_Tripswitch

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