28 marzo 2011

Más que oscuro y denso


Hace tiempo, después de haber tenido un buen puñado de conversaciones sobre música, alguien me dijo que tenía cierta querencia hacia música con cualidades algo oscuras y densas. La relación que tenemos con el lenguaje, en ocasiones, es extremadamente subjetiva, incluso cuando ni siquiera somos conscientes de ello, especialmente con algunos adjetivos, al calificar específicamente a un sustantivo en concreto. Utilizamos estos adjetivos sin ser conscientes, en muchas ocasiones, de que para nosotros significan algo distinto a lo literal, y sobre todo a aquello que significan para aquel al que se lo estamos contando. En esos territorios del lenguaje en que se fusiona con asociaciones sensoriales, la mayor parte de las veces, sólo los habitamos nosotros mismos, y resulta extremadamente difícil que los adjetivos que utilizamos signifiquen exactamente lo mismo para la persona a la que se lo decimos.
Por eso, aquella vez, no estuve de acuerdo sobre que tenía cierta querencia a la música con cualidades densas y oscuras. Simplemente los adjetivos y referencias que yo asociaba eran distintos, cuando escuchaba esa música en concreto.

Recordé aquella charla hace unos días, mientras escuchaba un podcast de un programa británico de radio donde entre algunas mezclas algo bizarras, aparecía una colaboración entre tres tipos que, por separado, siempre han conseguido despertarme curiosas sensaciones con su música, y que no esperaba encontrar juntos colaborando en un tema (exactamente era en dos en los que colaboraban).
No sé en qué medida puede resultarle a alguien oscuro y denso este tema, aunque no dudo de que para alguien lo será. A mí, en cambio, que asocio la música oscura y densa a la que uno se permite escuchar un domingo cualquiera por la tarde, que sí tiene algo de denso y oscuro, de frontera, de melancolía mal administrada o de suicidio del calendario, de desaire lacrimógeno, de despedida y de miseria, de baratija malvendida, de antiguo y ponzoñoso, cuando suena esta canción compleja, con ese resabio industrial que parece destilar, se me despiertan las terminaciones nerviosas de los costados, de las puntas de los dedos, se me deshacen los diques de equilibrios precarios con los que subsisto cualquier día laborable sin fiestas de guardar, desaprendo de los errores que cometí y se convierte en una gran canción horizontal con la que inaugurar una primavera entre tus caderas.


Resonando: "Ego"_Burial, Four Tet & Thom Yorke

Imagen: Burial