Una amiga a la que aprecio cada día más, y que cada vez está más cerca aunque a priori parezca que no, y que tiene esa capacidad para hacer las cosas precisas en el momento adecuado, para acertar, para estar cuando debe, me envió algo el otro día que sin ella saberlo, era tan certero como suele ser ella.
Esta semana ha sido muy intensa, como lo vienen siendo desde hace unas cuantas, han cambiado muchas cosas a mi alrededor aunque parezca que todo sigue estando igual, he empezado, de nuevo, a hacer algo que no pensaba tener que volver a hacer, y de un modo particular, tengo que volver a aprender algo que ya creía saber, y sin embargo he desaprendido en los últimos meses. Pero además, el mundo se ha hecho un poco más oscuro porque se ha marchado Benedetti. A priori, todo esto no tiene ninguna relación entre sí, y desde fuera, muy probablemente no lo tendrá, incluso no tendrá ni sentido si habéis llegado hasta aquí leyendo. Pero prometo que íntimamente, sí lo tiene.
No voy a descubrir nada que no se sepa de sobra si hablo de Benedetti, así que ni siquiera lo intentaré, sería pretencioso. Tuve la suerte de verle hace años, en una charla deliciosa que dio en un lugar en Madrid. Tuve la suerte de que mientras caminaba hacia el lugar, unas calles antes de llegar, y tras girar en una esquina, me crucé con él. Ya era muy mayor, caminaba despacio, pero parecía lo que sin duda uno imaginaba al leerle, alguien en paz y sin embargo siempre inquieto con el mundo.
Le descubrí hace muchos años con su “Primavera con una esquina rota” y pasado el tiempo, su libro de poemas “Insomnios y Duermevelas” acabaría dando nombre a este sitio. Y por ese cúmulo de casualidades que a veces tienen los días, las respiraciones, los rincones y las horas, mi amiga me envió uno de sus poemas. Justo ahora, podría haber elegido muchos otros de él, pero este es justo el que debía elegir.
Resonando: No te acuerdas de mí_Javier Álvarez
Esta semana ha sido muy intensa, como lo vienen siendo desde hace unas cuantas, han cambiado muchas cosas a mi alrededor aunque parezca que todo sigue estando igual, he empezado, de nuevo, a hacer algo que no pensaba tener que volver a hacer, y de un modo particular, tengo que volver a aprender algo que ya creía saber, y sin embargo he desaprendido en los últimos meses. Pero además, el mundo se ha hecho un poco más oscuro porque se ha marchado Benedetti. A priori, todo esto no tiene ninguna relación entre sí, y desde fuera, muy probablemente no lo tendrá, incluso no tendrá ni sentido si habéis llegado hasta aquí leyendo. Pero prometo que íntimamente, sí lo tiene.
No voy a descubrir nada que no se sepa de sobra si hablo de Benedetti, así que ni siquiera lo intentaré, sería pretencioso. Tuve la suerte de verle hace años, en una charla deliciosa que dio en un lugar en Madrid. Tuve la suerte de que mientras caminaba hacia el lugar, unas calles antes de llegar, y tras girar en una esquina, me crucé con él. Ya era muy mayor, caminaba despacio, pero parecía lo que sin duda uno imaginaba al leerle, alguien en paz y sin embargo siempre inquieto con el mundo.
Le descubrí hace muchos años con su “Primavera con una esquina rota” y pasado el tiempo, su libro de poemas “Insomnios y Duermevelas” acabaría dando nombre a este sitio. Y por ese cúmulo de casualidades que a veces tienen los días, las respiraciones, los rincones y las horas, mi amiga me envió uno de sus poemas. Justo ahora, podría haber elegido muchos otros de él, pero este es justo el que debía elegir.
NO TE SALVES
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si ....pese a todo
no puedes evitarlo y
congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si ....pese a todo
no puedes evitarlo y
congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Resonando: No te acuerdas de mí_Javier Álvarez
2 comentarios:
Me gusta que cada día me dejes estar más cerca y que cada día te acerques más a mí :) Y me gusta que no te quedes inmóvil, que te decidas a aprender cosas de nuevo aunque eso conlleve pasar tiempo deshaciendo nudos y desalojando sensaciones que creías que no volverían a pararse en tu estómago. Me gusta que no te salves. Me gusta poder quedarme contigo.
Quédate entonces....ya sabes por dónde andaré yo...Besos.
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