28 enero 2007

En la ciudad

Hace unos días revisitaba una de mis películas favoritas, la que titula el post. Repasa, con cierta crudeza y dulzura a la vez, cómo podemos vivir dos vidas paralelas a la vez, lo que somos por fuera y lo que nos empeñamos en tener dentro. cómo podemos estar riendo al mismo tiempo que agotarnos de no parar de pensar en alguien a quien echamos de menos.

Deslía con claridad y tacto cómo podemos llegar a ser inexcrutables, cada uno de nosotros, sólo sabernos nosotros y que no tengan ni la más remota idea personas a las que queremos y que están a escasos centímetros de nosotros en cualquier momento.

Es tremendamente complicado ser capaces de reducir al mínimo esa distancia insalvable entre lo que somos por fuera y lo que nos empeñamos en tener dentro. Algunos, afortunados, son capaces de acercarlo mucho, pero nunca del todo, por mucho que nos empeñemos en observar, o por mucho que otros se empeñen en observarnos.

Resonando: Lazy eye_ Silversun pickups

2 comentarios:

(s_gg) dijo...

"Lo que nos empeñamos en tener dentro""Cómo podemos estar riendo al mismo tiempo que agotarnos de no parar de pensar en alguien a quien echamos de menos". ¿Qué más decir?
Lo que somos por fuera, por proteger lo que guardamos dentro. Por protegernos de esos mismos sentimientos y creernos, en nuestra ignorancia, más fuertes.
No sé si veré la película, pero esas dos frases entrecomilladas sacadas de tu post parecen querer quedarse por aquí...

Iraultza dijo...

Si tienes oportunidad, debes verla, es una película deliciosa, porque habla de cualquiera de nosotros.

Puede ser agotadora esa duplicidad, si.