Porqué nos hacemos tantas preguntas sobre la misma cuestión, seguimos dándole vueltas y vueltas a una idea, a un supuesto, a un recuerdo, a una propuesta o ausencia de ella, a ese olor o voz del que hablaba otro día.
Tanto, tantas vueltas, tantas versiones y giros, tantas perspectivas, que acaba levantándote dolor de cabeza.
Lo peor es saber, incluso de inicio, que no tiene solución, que por mucho que gires y gires esa misma idea, ese retazo manoseado, ese olor y esa imagen, seguirá quedándose donde estaba, con la misma forma y contenido, porque toda esa vuelta, esa manipulación a la que la sometes, no llegará a ningún sitio, quedará como inicialmente estaba, cuando se marchó el origen de la idea, del olor, del rostro, como los finos hilos de una vara de incienso quemándose en la habitación a la luz de una vela, deshilachándose levemente y sin fin, recorriendo las paredes, el aire, el cristal de la ventana....
No deberíamos hacernos tantas pregunta cuando no hay respuestas que ofrecer ni encontrar.
Resonando: Nessun Dorma_Turandot(Puccini)
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