05 noviembre 2007

Las impuntualidades

Sólo dormía bien cuando no podíamos cerrar los ojos y prefería hablarle a tu cuello, así que ahora me hago nudos en los labios para que no me interroguen.
Sabe bien anudarse la bufanda aquella que me gusta tanto y dar cada paso al ritmo cadencioso de un baño de espuma que baila con las paredes ese vals remoto que nunca le enseñé y pagar por fin esa deuda que una vez le prometí , si, eso de contarle los motivos.
Anoche, durante aquella guerra contra el ejército de farolas que danzaban en formación por las avenidas de mi ciudad intacta, pensaba en aquella escultura que me dejó sin aliento y que recordaba cuando se lo conté y los miles de preguntas que se guardaba y luego soltaba cuando yo no me las esperaba, y probablemente por eso me gustaban más.

No recuerdo de quién era, ni su nombre, en cambio recuerdo milimétricamente aquella plaza, el color de todo lo que me rodeaba, la sensación abismal de magia que lo inundaba todo mientras me quedé varado observándola, entre cientos de personas, entre gritos y algunas voces que pronunciaban mi nombre desde unos cuantos metros atrás, había mucho ruido y fue como si el mundo me hubiese otorgado aquella tregua de repente, sin avisarme.

Recuerdo el color, incluso el color del cielo en aquel preciso momento, el color del edificio contiguo y la situación de la plaza en aquella ciudad a la que quiero volver, pero no me atrevo por si se ha comido todo, y recuerdo el olor que probablemente sólo tenía en mi cabeza.

Luego vi un montón de rincones que me gustaron, pero me quedo con aquellos diez minutos y aquella escultura, porque las elecciones las hacemos con ese punto de capricho que no se puede explicar, aunque realmente no haya capricho, sino eso, "no lo puedo explicar, pero si tengo que elegir, me quedo con aquellos diez minutos".

Luego vinieron días azules y las carreteras vacías y las ventanillas bajadas de después y lo que no imaginaba, la nieve cayendo de repente, aquella torre dando las horas, el año que no pasó nunca, las vueltas que le dábamos a todo para acabar tirados en el suelo muertos de risa y los abrazos de toalla, lo que me decía y lo que hacía, que no tenía nada que ver, pero me gustaba más, y los atascos de cuando me acordaba de todo, y la mermelada de perla, y los libros que nunca acababa de leer para no tener que cambiarlos por otros y cómo me nombraba y se sonreía y, como siempre, las impuntualidades en la vida de los demás, y no mirar a los ojos, y susurrar, y lo que nunca fuimos pero quiso que lo fuese para ella pero me lo contó demasiado tarde y sus besos en las comisuras de mis labios, y siempre, la impuntualidad. Y aunque no lo supiese, desde entonces no uso reloj, porque siempre que empiezo de nuevo, dejo algo en el camino.

Resonando: Los motivos_Quique González

4 comentarios:

vega dijo...

Yo tampoco uso reloj, pero por motivos diferentes. Simplemente me enseñaron que se puede vivir sin él. Y que yo era adicta.
Y ahora voy a los exámenes fundamentales sin reloj, ni siquiera me agobio...

Vivir es ir dejando y recogiendo cosas de los caminos, supongo...

Besos sin motivos

Elena -sin h- dijo...

Yo que nunca llego a la hora sé bien de esas impuntualidades. Y al final, te preguntas si realmente esos minutos de retraso es justo lo que te hacen llegar a la hora...

Luciérnaga dijo...

No me iba a detener a leerlo porque voy loca intentando difundir la notcia, pero he visto "quique gonzález" y creo que pararé un minuto a ver qué te cuentas.Un saludo!!)

¡Perdón por meter esto aquí, pero necesitamos comunicar
QUE

EL ARTE SALE A LA CALLE!

DEBIDO A LA GRAN ACOGIDA QUE HA TENIDO ESTA INCIATIVA EN VALENCIA y BARCELONA, SE HA DETERMINADO QUE EN ESTAS CIUDADES EL ARTE SALDRÁ A LA CALLE
EL SÁBADO DÍA 1 DE DICIEMBRE A LAS 12:00 (y no el 30 a las 18:00), puesto que dispondremos de más luz.

El lugar sigue siendo el mismo :
En Valencia en el río (a la altura del Palau de la Música)
En Barcelona en la Plaça de Catalunya
En Madrid en la Plaza Vázquez de Mella
(está en www.arteenlascalles.blogspot.com)

Animamos a todos aquellos que lo deseen a llevar sus mesas, sillas y comida.

Tras la jornada callejera, habilitaremos locales en los que habrá actuaciones que comenzarán a partir de las 17:00 para quienes quieran continuar la jornada artística.

El programa de dichas actividades, así como la dirección de los distintos locales, los anunciaremos durante la próxima semana.
Todos aquellos que deseen "artear" en estos locales, pónganse en contacto con nosotros.

Esperamos la respuesta de MADRID a dicho cambio, hasta entonces, en esta ciudad se hará el día y a la hora previstos.
Para más información: www.arteenlascalles.blogspot.com
arte_en_las_calles@hotmail.com

¡Saludos, paz y arte!

Iraultza dijo...

Vega: si, estoy contigo, el reloj está sobrevalorado en ciertos círculos, se vive mucho mejor sin él, y como una vez le dije a alguien, no es una cuestión de llegar pronto o tarde, sino de llegar a tu hora.

Sherezade: hay minutos vitales, hay segundos precisos, hay océanos de tiempo y desiertos sin hora, y cuando se llega a tiempo uno siemrpe lo sabe, aunque no sea la hora adecuada.

Luciérnaga: pues nada, ahí lo tienes, lee y despliega el arte callejero si eso.