05 diciembre 2007

La realidad inconcebible

Entre casi nada sonó aquel piano, lentamente, y volvió a recordar porqué le gustaba tanto aquel sonido. Hasta ese momento no se escuchaba nada más, sólo el roce asistólico de la punta del bolígrafo contra el papel, como dos amantes ansiosos y temerosos al mismo tiempo.

Giró la cabeza un cuarto o simplemente movió la mirada cuarenta y cinco grados a su izquierda. No había nada, la noche se lo había comido todo, y sintió que en parte también le había pasado lo mismo con esos meses de ventaja que hoy cumplían su aniversario, el aniversario extraño de aquella última mirada.

Subió el volumen para que los mordiscos tiernos de las teclas negras y blancas se comiesen también aquella casa, y siguió mirando la oscuridad que no era capaz de volverse loca ni a la luz de las velas, sólo sonreía.

Todo pasaba lentamente, los segundos, la respiración y las hojas cayendo sobre las aceras, todo era como una gastada película proyectándose en cámara lenta y sin parar.

Y recordó aquella estrofa de aquel libro que había llegado en la versión original de otro otoño, que más o menos creía que decía algo como "la mayor parte del tiempo contemplamos la realidad a distancia, desde lejos, por eso es soportable. Pero cuando se aproxima a nosotros y nos toca, entonces nos resulta inconcebible e irreal, a veces fantástica, como un sueño".

Por eso siguió sonando el piano, igual de descarnadamente lento y delicioso, para no dejar que la realidad se aproximase del todo, para no dejar que la oscuridad traspasara los límites de su campo de juego, para que no le tocase lo inconcebible, para que todo siguiese estando en la adecuada y profiláctica distancia de tantas veces, de tantas vidas, de otras veces.

Resonando: A bitter song_Butterfly Boucher

3 comentarios:

NEBET-HET dijo...

"La realidad, trozos de cristal que al final hay que pasar descalzo"

Por eso preferimos ver a traves del cristal sin atrevernos a cruzarlo y romperlo,formando nuestra idea de lo que vivimos, idealizando nuestra manera de amar o de sentir.

Un beso.

vega dijo...

Oscuridad y límites de campos de juego...
Siempre me gusta verte (creo que fue más premio para mi que para ti).
Y mis pies siguen calientes!!

Besos que guiñan los ojos

Iraultza dijo...

Nebet: a veces lo cruzamos, pero produce miedo, por eso tendemos a quedarnos, en muchos momentos, en la profiláctica distancia donde nada ocurre. Besos.

Vega: incorrecto, sabes que me suele sentar muy bien verte, o sea que el premio fue para mí, y me alegro mucho de que se mantuvieran tus pies calientes ;-). Nuestras conversaciones en metáfora son cada vez mejores, y encima he aprendido que tengo un lado preferido para caminar, je.
Besos de premio.